PELÍCULA: “Billy Elliot”



La película trata de un niño que se llama Billy, el cual quiere dedicarse a la danza y su padre no le da permiso. El niño al contemplar el rechazo de su padre hacia la danza decide enseñar a escondidas, hasta que un día es descubierto por el padre.
La sorpresa del padre al encontrarse a Billy bailando fue muy grata, puesto que se dio cuenta del enorme talento que tenía su hijo, así que decidío ingresarlo en una escuela de danza donde se convertiría en un gran bailarín.
Esta película tiene varios puntos que destacar, uno de ellos aparece en el principio de la película cuando Billy se da cuenta de que le gusta el más el baile que el boxeo, y nada más por ese hecho se plantea si es homosexual, esto ocurre porque en la sociedad hay carreras muy encaminadas hacia un sexo u otro, por ejemplo ser bombero, albañil, camionero,etc.. es un trabajo supuestamente para hombres, y otras profesiones como limpiadoras, peluqueras, niñeras y en este caso bailarinas es un empleo encaminado hacia el sexo femenino. Y en el caso de que un chico se dedicará a las profesiones catalogadas de femeninas sería un “mariquita”, o en el caso contrario de que una mujer se dedicará a una “profesión de hombre” sería una machorra.
Por eso Billy, siendo solamente un niño ya se plantea esa serie de cosas. Comentar también la pésima actitud del padre en el principio de la película, claramente se comporta como el típico machista que quiere que su hijo se dedique a deportes más masculinos como el boxeo (aunque se le den muy mal), y rechaza que practique ballet aún sabiendo que es la afición que verdaderamente gusta a su hijo. Por suerte luego se da cuenta de lo estúpido que había sido y de lo bien que lo hacía su hijo, y es ahí cuando lo llevan a la academia de baile, aunque allí también ocurre un incidente, Billy cree que ele ha salido mal la exhibición de baile ante los profesores y está desanimado, y un niño le intenta animar haciendo esto Billy le da un puñetazo diciéndole que le dejara en paz que el no era ningún marica.
Esta actitud del niño nos puede hacer verque gran potencial tiene la sociedad para influir en las personas, y sobre todo en mentes tan versátiles como la de los niños.



Lidia Hidalgo González